Esta consigna puede sonar muy europea… y es verdad aquí hace un calor del diablo, la gente maneja como loca, la polución es insoportable y no, no creo que muchos de nosotros vayamos a dejar nuestro carro con aire acondicionado por un pequeño aparato de dos ruedas. Pero es aquí donde es realmente coherente tener un carril de bicicleta. Y no piensen en nosotros. Piensen en los cientos de miles de personas que tienen que transportarse en carro público todos los días. Ellos ya pasan suficiente calor y pierden el suficiente tiempo como para que la opción de ir seguros por un carril en su propio vehículo no suene tan descabellada. Si tan sólo un cuarto de esas personas decidieran cambiar su rutina conchística por esa de las ruedas delgadas entonces imagínense el cambio: habría que reducir los carros públicos, lo que nos ahorraría combustible, polución y agilizaría el tránsito, por no hablar de la reducción de stress en los demás conductores; mejoraría el paisaje urbano y la ciudad se convertiría en un ejemplo de desarrollo para los demás países latinoamericanos. Quien sabe, a lo mejor a algunos de nosotros nos da con coger la bici para ir al trabajo de vez en cuando (cuando nuestra doble moral se ajuste a nuestra realidad y nos demos cuenta de que no es normal que haya que ir con saco y corbata a los trabajos). El caso es que si, esto es una utopía, pero es una utopía que bien podría ser impulsada por políticas de un ayuntamiento con visión. Lo único que hace falta es un poco de planificación que es lo que hace falta en general en este país. Pero para que el Ayuntamiento quiera hacer algo tiene que sentir la presión de la gente y ahí es donde entramos nosotros. Si sigo pidiendo por esta boquita, pues que bonito sería que además de esto, se soluciones el problema de la luz y podamos tener un tranvía que acompañe al carril bici, y nos empezamos a bajar de los carros y nos empezamos a librar de la esclavitud a la que nos han sometido las grandes compañías petroleras. UNA BICI MÁS, UNA JEEPETA Y UN CONCHO MENOS. Mi utopía, algún día.