Ayer y Hoy
Hoy me levanté a las 7:30 yo solito, exáctamente como me acosté, porque tenía la cabeza a millón, entre sueños de cosas que me encantaría que pasaran y realidades que me persiguen hasta en los sueños. Y no pude dormir más, después que me di cuenta de que tenía que escribir algo, no pude dormir más. Me costó integrarme al mundo de los vivos, porque yo creía que estaba despierto por la lucidez de mis fantasías, pero eso también era una ilusión. En menos de una hora he escrito una canción sin música (pero que estoy muy orgulloso de la letra), un comentario en el blog de Janio, y más o menos lo que llevo escrito de este blog de hoy. No creo que me vaya acostar ahorita mismo. Lo peor que puede pasar (y ya pasó) es que me ponga a revisar las cosas que he escrito en los últimos dos años y darme cuenta de los cambios. Vuelve el insomnio señores. Cargado de sorpresas. Vuelve el insomnio fértil y voraz. Volviendo a la realidad del día, me toca trabajo y recuento. Anoche estuve en 8 puertas, asistiendo a una de las convenciones semanales de Blogadictos. Las noches se hacen más cortas últimamente, así que creo que estamos perdiendo fuelle. Lo que si quedó bien fue el concierto, porque después de algunas precariedades, algunas sinceridades, algunas tensiones tardías, decidí entregarme y eso siempre funciona por encima de los problemas materiales que puedan existir, y disfruté mucho, y me sentía colgado como en el flyer y me dio hasta para dejar algunas palabras en el aire. Gracias a los que fueron, a los que ayudaron a reanimar mi insomnio, a los que me abrazaron, antes, durante y después de la noche y si esto fuera el discurso de un Casandra, gracias por producir mi vida día a día.
Me encantó tu concierto Marel! Nos seguiremos viendo.