Oxidado

By Cymarel
Estoy tan oxidado como uno de esos blogs que antes decían tanto y ahora están callados. Me duelen las muñecas, la rodilla derecha, el hombro izquierdo y los dientes de mi risa reflejada en un charco. Estoy seriamente confundido. Me dice un amigo que Jesús ya había fundado una religión a los 33. Coño pero él era el hijo de Dios así cualquiera. Yo pienso en Saramago, pero estoy oxidado. Me cuesta dormir y levantarme también. Si bebo dos días seguidos hago una regresión a 1975 cuando todavía no había nacido, cuando todavía no era ni una célula ni una intención. Mi mirada está cansada de tanto ver tantas cosas, a veces encajonada en mi bandera y a veces simplemente tan conformista como feliz. Si me hicieran una radiografía saldrían huesos ocres. Solo se salva el corazón que a pesar de haber sufrido los envites con furia del engaño encontró un trasplante en un morena que conectó sus válvulas con tanta naturalidad como destino. Mi cabeza es como un caleidoscopio de ideas que no terminan de salir de ese recipiente en el que la magia solo se refleja. Me sigo diciendo que piense en Saramago que empezó a publicar a los 50 y vivió hasta los 98. Veré seguro mis propias revoluciones de rosas. Seguro que a esta madurez solo hay que echarle un poco de aceite para que deje de sonar a metal cansado. Y en eso estoy. Pa allá vamos, aunque sea oxidado!
 

2 comments so far.

  1. Ely 9:08 p. m.
    Este comentario ha sido eliminado por el autor.
  2. Ely 9:13 p. m.
    El óxido solo le pertenece a los metales. Los metales son fuertes, firmes, y guardan esa característica reluciente debajo de'ste cobertor de polvo y agua que se convierte muchas veces en un toque atractivo, interesante, enigmático, con aires de leyenda... después de todo, no luce tan mal, verdad?
    ...Solo es un recubrimiento eliminable, si se quiere, pero tu brillo sigue ahí... intacto. Te abrazo.

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