Utopias (Prólogo)
Tengo mucho que no escribo. He estado organizando mis pensamientos. Reseteando la vieja máquina humana; evaluando cambios a la vez que sigo mi trabajo y me dedico a terminar el disco que ya casi está listo. En fin subido en una montaña rusa… creo que es la mejor manera de describirlo.
He estado pensando mucho últimamente en las cosas a las que le damos prioridad y aquellas que dejamos de lado o ignoramos simplemente porque nos hemos acostumbrado a ellas. Nuestras preocupaciones suelen ser preocupaciones de trabajo, preocupaciones materiales y sentimentales. Vivimos inmersos en nuestro pequeño mundo individual y terminamos haciendo las cosas que satisfacen al pequeño cuerpecito que nos acompaña. “Me apetece hacer, comer, vestir, esto” “ Tengo que trabajar para, acumular riqueza para poder hacer, comer, vestir, esto o poder cumplir cualquier proyecto personal que tenga en mente”. Hace mucho que no pensamos que “no es normal que yo pueda gastarme la mitad de lo que gana la muchacha de mi casa en una comida en un restaurante de la capital”, y que aún así “no vivo como un rey, me cuesta llegar a fin de mes y no tengo seguridad alguna de que en 40 años cuando ya no pueda o no quiera trabajar más voy a tener dónde caerme muerto”. ¿Culpa de quién? Siempre es mejor no hacerse esas preguntas porque lo único que terminan haciendo es distraernos de nuestro objetivo principal: “Pasarlo cada vez mejor, tener cada vez mejores cosas, y lograr acumular más éxitos personales”.
No me voy a quejar. Yo voy a seguir con este plan individualista mío, pero en el proceso me voy a desahogar con utopías que me llenan la mente, y que como los sueños carecen de estructuras claras, pero que a mi juicio serían una buena base para empezar a organizar esta isla y este mundo que nos rodea. A lo mejor a alguien se le prende un bombillo y empezamos a pensar todos que es posible pensar también en el futuro no desde un punto de vista personal exclusivamente, sino desde el punto de vista de que si no hacemos nada por mejorar lo que nos rodea, estamos quedándonos a merced de toda la gente que entendió que la política era un medio para hacerse ricos y tener jeepetas y se olvidó de que lo esencial era ayudar a sentar las bases de una sociedad más justa, más diversa y más preparada.
Mañana más.
He estado pensando mucho últimamente en las cosas a las que le damos prioridad y aquellas que dejamos de lado o ignoramos simplemente porque nos hemos acostumbrado a ellas. Nuestras preocupaciones suelen ser preocupaciones de trabajo, preocupaciones materiales y sentimentales. Vivimos inmersos en nuestro pequeño mundo individual y terminamos haciendo las cosas que satisfacen al pequeño cuerpecito que nos acompaña. “Me apetece hacer, comer, vestir, esto” “ Tengo que trabajar para, acumular riqueza para poder hacer, comer, vestir, esto o poder cumplir cualquier proyecto personal que tenga en mente”. Hace mucho que no pensamos que “no es normal que yo pueda gastarme la mitad de lo que gana la muchacha de mi casa en una comida en un restaurante de la capital”, y que aún así “no vivo como un rey, me cuesta llegar a fin de mes y no tengo seguridad alguna de que en 40 años cuando ya no pueda o no quiera trabajar más voy a tener dónde caerme muerto”. ¿Culpa de quién? Siempre es mejor no hacerse esas preguntas porque lo único que terminan haciendo es distraernos de nuestro objetivo principal: “Pasarlo cada vez mejor, tener cada vez mejores cosas, y lograr acumular más éxitos personales”.
No me voy a quejar. Yo voy a seguir con este plan individualista mío, pero en el proceso me voy a desahogar con utopías que me llenan la mente, y que como los sueños carecen de estructuras claras, pero que a mi juicio serían una buena base para empezar a organizar esta isla y este mundo que nos rodea. A lo mejor a alguien se le prende un bombillo y empezamos a pensar todos que es posible pensar también en el futuro no desde un punto de vista personal exclusivamente, sino desde el punto de vista de que si no hacemos nada por mejorar lo que nos rodea, estamos quedándonos a merced de toda la gente que entendió que la política era un medio para hacerse ricos y tener jeepetas y se olvidó de que lo esencial era ayudar a sentar las bases de una sociedad más justa, más diversa y más preparada.
Mañana más.
Quien no hace o hace, es porque eso pensó que debío hacer en ese instante...es curioso porque todo fluye alrededor de que todo es "el momento", cada momento es único y hay que siempre hacer lo que se sienta, porque "ese momento" está influenciado por tantos factores, emociones, estados mentales, gobiernos, dinero, empleos, amigos, aunque luego no te parezca apropiado o idóneo una desición cualquiera, lo fue en ESE momento.
bechitos
¿porqué dejar que la sociedad se convierta en una mierda cuando Nuestra generación es la emergente? y se han realizado acciones, protestas pacíficas, el problema es que no tienen el apoyo necesario o no se han dado a conocer como se debiera para que tengan apoyo masivo, pero cada vez hay más, lo que hay que hacer es actuar, aprovechar este momento y esa energía que sientes de hacer un cambio.
En lo primero que escribí me referí a cosas cotidianas, cosas que solo te afectarian de cuanlquier forma al solo individuo, no para desiciones que afecten a muchos.