El barrio en el que me gustaría vivir es un barrio sencillo, sin muchas casas lujosas, ni torres de muchos pisos. Yo quiero vivir en un barrio donde pueda caminar para ir a comprar las cosas del día a día. Hablar con la panadera y preguntarle al carnicero si le gustó el partido de la noche anterior. Si es posible me encantaría que los dos fueran de países distintos para que me cuenten historias de cómo conocieron a su mujer y cual es la receta de ese pan tan rico que hasta ese momento yo no conocía. Me encantaría que hubiera un parque o una plaza cerca para sentarme a coger el sol y quedar con mis amigos para ir a comer a un sitio nuevo que es del primo de la muchacha que trabaja en casa de un amigo. No importa mucho el ruido, si no es de los carros y si no es de un vecino que decidió que no era suficiente con los 500 Watts de potencia y que era mejor si dejaba sordo al barrio completo. Si el ruido es el ruido ocasional de la gente paseando y hablando todos esos idiomas, o del radio ocasional de la ama de casa, pues no me importa mucho el ruido. Si hay un mercado cerca mejor. Si puedo ir los domingos a las pulgas a encontrar de todo a un buen precio, compartiendo además un poco de la historia que ya alguien vivió, mejor, si no tengo que ir en carro, mejor. Me encantaría detenerme a ver las obras de esos artistas que decidieron que la pared de un lugar necesitaba un poco de color y la pintaron a su particular manera. Con un poco de luz, mejor. Con agua y sin cables y basura por la calle, mejor. Sin policías corruptos y extorsionadores, mejor. Me encantaría de verdad, vivir en un lugar así y no tener que viajar muy lejos para encontrarlo. Si tan sólo hubiera más gente que quisiera lo mismo, y nos mudáramos de los Arroyo Hondo, los Piantini, los Naco, los Bella Vista y demás y nos mudáramos con nuestras chancletas y bicicletas a la zona y nos comprometiéramos a verla cambiar para bien… quien sabe lo que sería de mi utopía.